Despu├®s del ÔÇ£├®xitoÔÇØ de la entrada sobre Sexualidad Natural el le├│n decidi├│ dejarse de mamadasÔǪ o tal vez no. Los reuni├│ a todos y les dijo lo que ya todos saben que va a decir:
-¡A ver hijos del sushi! ¡Ya estoy hasta la madre! Soy cachondo por naturaleza y me gusta darle gusto al cuerpo. Pero ya estoy hasta la madre de las leonas. ¡Siempre lo mismo, lo mismo y lo mismo! Por eso he decidido que hoy en la tarde, en cuanto se meta el sol, que comienza la horchata. ¡Todos contra todos sin importar especie, raza o color!
Y dicho así, todos los animales no tuvieron otra que aceptar en silencio con la cabeza. Se acercaba el momento, el sol se juntaba con el horizonte y algunos se relamían los bigotes y otros, los que alcanzaban, se relamían otras partes.
Se lleg├│ la hora, se fue el sol y lleg├│ la oscuridad. ┬í┬í┬íÔǪingue su!!!
¡Aquello era peor que las fiestas de mi primaria!
Ah├¡ estaba en chinga el chango con la jirafa. Le besaba las nalgasÔǪ. Le besaba el cuelloÔǪ le besaba las nalgasÔǪ Le besaba el cuelloÔǪ pobre cabr├│n.
¡La hormiga traía en chinga al elefante! Por ahí andaba el conejo con los ojos desorbitados. Un oso con peluca parecía que traía un plumero por allá. ¡¡¡CABROOOÓN!!
Por allá en los matorrales, estaba la víbora hablando sola. Encabronada por que había estado con el burro y para acabarla de chingar, le tocaba con la rana.
-¡Valiendo madre! Pinche rana me cae de la chingada. ¡Toda verde y pendejilla la cabrona!
La rana, sin saberlo llegó toda contentota y, ya húmeda, con la víbora a preguntarle que quien empezaba. La víbora, pensó:
-Ahora si hija de Demetan. Ahora si me vengo (de venganza). Voy a dejar que empiece y cuando sea mi turno me la chingo (de matarla).
Entonces, le dijo a la rana que empezara. La rana emocionada y buena onda brinco dos veces emocionada. ÔÇôClaro viborita! Vas a ver que te va a gustar.
Que desenrolla la lengua y que comienza. Parec├¡a ni├▒o con paleta! Le chupaba el cuello, las nalgas, las orejas (le vali├│ madre que no ten├¡a nada de eso), la cloacaÔǪ de un lado para otro ah├¡ andaba la pinche ranita. Termin├│ y sudando ├®xtasis le pregunto a la v├¡bora jadeando:
-┬┐Te gust├│ v├¡bora, te gust├│? ┬┐Qu├® te pareci├│ viborita? ┬┐Te hago m├ís, as├¡ estuvo bien, fui muy ruda?
-tsssssss tssssss tssssss ssssiiiiiii wey ya! Ahora es mi turno.
Y la víbora cabrona y gacha, abrió la boca grande, grande y que se la come completa (a la rana)!!
ÔǪpero apenas iba llegando al est├│mago cuando la v├¡bora se sinti├│ mal. Le remordi├│ la conciencia. ÔÇôtsssss pobre pendejilla. La neta es que nunca me hab├¡a hecho alguna mamada (de las de mala onda). Adem├ís, est├íbamos aqu├¡ cogiendo a gusto. La voy a regurgitar (vomitar).
GUUUUAAAGHHHHGGGHHHGG!!!!!
Sali├│ la pinche ranita toda llena de baba, amarilla, amarilla de ├ícido estomacal, con los ojos en blanco, mareada en el suelo, abierta de ancas y con la voz entrecortada de ├®xtasis, lo ├║nico que pudo decir fue:
¡¡PUTA MADRE!! QUE MAMADOTOTOTOTAAAAAAAA!!!