Un joven muy apuesto, con un cuerpazo, estaba desempleado pues acababa de terminar sus estudios. Como no tenía ingresos,
tenía que pagar la hipoteca, el agua, la luz, la comida, etc.
Así que decide prostituirse y pone en la puerta de su apartamento un letrero, el cual con letras grandes decía:
EN LA CAMA: 300Ôé¼
EN EL CATRE: 50Ôé¼
EN EL SUELO: 25Ôé¼
Pasa una viejita y se queda mirando muy atentamente el letrero; corre para su casa; rompe el cochinito; cuenta su dinero y se va
con el joven prostituto.
Al ver al joven, le extiende las monedas que lleva en la mano. El muchacho detenidamente la observa y cuenta el dinero: Son
300Ôé¼ El joven mira a la anciana y le dice:
– Que p├¡cara, ┬┐lo quieres en la camita, eh?
Sonriendo, la viejita le responde:
– No digas tonter├¡as hijo, lo quiero doce veces en el suelo.
TE AMO MILLONES AMOR MUA
Mamada ya tiene un madral de tiempo esa mamada jaja me enqanta!!
pero recuerden «viejitas pero binitas» jejejejieuje