Una pareja de novios tuvo un fatal accidente.
Sentados ante la puerta del Cielo, esperando a que San Pedro los metiese dentro, comenzaron a preguntarse si sería posible casarse en el Cielo.
Cuando apareci├│ San Pedro, se lo preguntaron.
– HmmÔǪ No s├®ÔǪ Es la primera vez que me preguntan algo parecidoÔǪ Dadme un poco de tiempo y voy a preguntar.
Los dos j├│venes se sentaron de nuevo. Pasaron un par de meses.
Con tanto tiempo esperando, se pusieron a considerar que, si les daban permiso para casarse all├¡, su matrimonio ser├¡a ÔÇ£eternoÔÇØ y ┬┐qu├® pasar├¡a si la cosa no funcionaba?
– Estar├¡amos atados ÔÇ£para siempreÔÇØ
Pasaron otros dos meses y finalmente apareci├│ San Pedro un tanto extenuado.
– S├¡, pod├®is casaros en el Cielo.
– Estupendo, respondi├│ la pareja, pero precisamente est├íbamos pensando qu├® pasar├¡a si lo nuestro no funciona, ┬┐tambi├®n podemos divorciarnos en el Cielo?
San Pedro, rojo de enfado, tira al suelo los papeles que traía y se dirige a la asustada pareja:
– Me ha llevado cuatro meses encontrar un cura aqu├¡ arriba, grita. ÔÇô ┬┐Sab├®s cu├ínto me va a costar encontrar un abogado?