Una mujer preocupada acude al m├®dico, porque cuando se desnuda se le ponen los pezones r├¡gidos.
«Vamos a ver, desn├║dese», le solicita el doctor.
La mujer se desnuda y, al quitarse el sujetador, se le ponen los pechos duros y erectos apuntando hacia arriba.
«┬íNo puede ser! H├ígalo otra vez», le ordena el galeno.
La mujer repite la operaci├│n con id├®ntico resultado y, viendo la cara de asombro del facultativo, pregunta:
«┬┐Es grave, doctor?»
Mostrándole el pene totalmente erecto le reponde:
«Grave no s├®, pero contagioso si…»